La pieza surge del diálogo entre materiales, origen y espacio. El diseño parte de una composición que evoca la textura del suelo agrietado, los ritmos visuales de la arquitectura vernácula y los mosaicos prensados tradicionales.
Los mosaicos, elaborados con pigmentos naturales, arcillas locales y procesos manuales por Tata Mosaicos, son el punto de partida para una mesa que combina modernidad, autenticidad y oficio.

El resultado es una pieza híbrida: versátil, funcional y profundamente enraizada en la tierra que inspira su forma y su materia.