En la Sierra de Hidalgo encontramos a las creadoras artesanas que, puntada a puntada, realizan los bordados de Tenango. Una tradición de la cultura Otomí que se inspiró en sus inicios en pinturas rupestres existentes en la zona y que reflejan motivos de flora y fauna.
Guadalupe es una joven mujer apasionada por la tradición del bordado Tenango. Ha liderado la creación de una cooperativa de mujeres bordadoras de la sierra.
Le gustaría que su nombre fuese siempre recordado por dejar un legado por haber ayudado a las mujeres a sacar todo su potencial y a salir adelante. Representa una historia de superación y de trabajo en equipo que está ayudando a muchas familias a conseguir una mejor calidad de vida.