
Ernesto y su mujer son los dueños de un maravilloso telar de pedal en un pueblo del estado de Oaxaca. Se encargan de todo el proceso que implica la fabricación de alfombras y mantas.
Ernesto y su mujer son los dueños de un maravilloso telar de pedal en un pueblo del estado de Oaxaca. Se encargan de todo el proceso que implica la fabricación de alfombras y mantas.
Desde que reciben la lana virgen recién esquilada de las ovejas, que cardan e hilan, con una rueca antigua de madera, creando madejas que lavan, para luego teñirlas con tintes naturales, que ellos mismos recogen de la naturaleza.
Hasta que empiezan a tejer alfombras y mantas en el telar de pedal, cargadas de símbolos zapotecas, pueblo indígena de la zona, con los que nos cuentan historias de su día a día.
Trama y urdimbre creando piezas únicas.
Cuando reciben la lana virgen recién esquilada, Ernesto y su mujer la meten en unas grandes cubas donde la desinfectan y lavan de manera tradicional.
Una vez la lana esta seca , la cardan y la hilan en una antigua rueca de madera, de manera totalmente manual.
El magnifico muestrario de pigmentos naturales que ellos mismos recogen de la naturaleza, y el buen saber de como pigmenta cada uno de ellos según con que otros componentes se mezclen, como si de una receta ancestral se tratará, les permite tener un colorido muy especial y brillante.
Cuando las madejas de lana hilada están pigmentadas y secas, escogen los colores con los que trabajarán en el telar de pedal, tejiendo trama con urdimbre y creando maravillosas piezas.
Piezas naturales que respetan la naturaleza.